+Por Maria, Pionero, Renueva tu fuego!+
Caballeros de María Schoenstatt
+Nada sin ti, Nada sin Nosotros!+
Quienes son los Pioneros de Schoenstatt?
¡Pionero de Schoenstatt, abre camino!
Los pioneros de Schoenstatt son jóvenes católicos de entre 13 y 18 años que buscan vivir esta etapa de sus vidas de una manera diferente. Su motivación principal es el amor que les tienen a Jesús y a María. Ese amor, buscan cultivarlo en sus grupos y en la rama, viviendo experiencias con otros jóvenes que les permitan desarrollar sus dones al máximo y entregarse por completo al servicio de Cristo. Y así van participando año a año de diferentes actividades: campamentos, retiros, misiones, apostolados, las mismas reuniones de grupo, etc., que los van transformando en personas libres y apostólicas.
Los pioneros no son diferentes a la sociedad, ellos son al igual que todos nosotros, parte de la sociedad: van al colegio, tienen que estudiar, hacer deportes, salir con sus amigos, y las mismas cosas que todos los demás jóvenes pero, tienen la especial convicción de que el mundo necesita de Dios y de su testimonio. Por eso, quieren cambiar las cosas, quieren abrir camino, para que el mundo sea un verdadero reino de Cristo.
Los pioneros de Schoenstatt son jóvenes católicos de entre 13 y 18 años que buscan vivir esta etapa de sus vidas de una manera diferente. Su motivación principal es el amor que les tienen a Jesús y a María. Ese amor, buscan cultivarlo en sus grupos y en la rama, viviendo experiencias con otros jóvenes que les permitan desarrollar sus dones al máximo y entregarse por completo al servicio de Cristo. Y así van participando año a año de diferentes actividades: campamentos, retiros, misiones, apostolados, las mismas reuniones de grupo, etc., que los van transformando en personas libres y apostólicas.
Los pioneros no son diferentes a la sociedad, ellos son al igual que todos nosotros, parte de la sociedad: van al colegio, tienen que estudiar, hacer deportes, salir con sus amigos, y las mismas cosas que todos los demás jóvenes pero, tienen la especial convicción de que el mundo necesita de Dios y de su testimonio. Por eso, quieren cambiar las cosas, quieren abrir camino, para que el mundo sea un verdadero reino de Cristo.
martes, 14 de febrero de 2017
sábado, 21 de enero de 2017
Vida Schoenstattiana en las redes sociales
y muchos mas...
La idea es también poder adherirse a estas corrientes de vida para llevar a Dios y a la Mater aun mas lejos y así evangelizar el continente digital...
lunes, 12 de diciembre de 2016
viernes, 4 de noviembre de 2016
Canciones Fáciles de Schoenstatt y Catolicas (para quienes comienzan con la guitarra)
Cancioneros
Algunas Canciones
Somos JM somos Iglesia
Soñar
Maria de la Alianza
Maria Madre
Asemejanos a Ti
Tomad Señor
(Acordes en la descripción del Vídeo)
Junto a Ti Maria
+Nada sin ti, Nada sin Nosotros!+
miércoles, 27 de abril de 2016
Colecta Nacional Maria Ayuda
Cito
AYUDANOS A SEMBRAR SONRISAS!
María Ayuda es una Corporación de Beneficencia que acoge a niños y niñas a lo largo de Chile, que han sido gravemente vulnerados(as) en sus vidas, principalmente en el ámbito de maltrato y abuso en sus distintos grados.
La Colecta Nacional de María Ayuda tiene como finalidad recaudar fondos para nuestros niños y niñas.
Esta se realizará los días viernes 27 de Mayo (entre 09:00 y 19:00 hrs) y sábado 28 de Mayo (entre 10:00 y 14:00 hrs).
¡Inscríbete junto a tus amigos como VOLUNTARIO(A)!:
Envíanos tus datos (Nombre completo, Rut, teléfono y mail) a:
concepcion@mariaayuda.cl o puedes llamar al (41) 223 7556.
Enlaces de Contacto e Información
http://www.mariaayuda.cl/maria-ayuda-invita-a-jovenes-a-ser-voluntarios-para-su-colecta-nacional/
https://www.youtube.com/watch?v=kU_ubWPgV_k
https://www.facebook.com/events/831323626995245/
AYUDANOS A SEMBRAR SONRISAS!
María Ayuda es una Corporación de Beneficencia que acoge a niños y niñas a lo largo de Chile, que han sido gravemente vulnerados(as) en sus vidas, principalmente en el ámbito de maltrato y abuso en sus distintos grados.
La Colecta Nacional de María Ayuda tiene como finalidad recaudar fondos para nuestros niños y niñas.
Esta se realizará los días viernes 27 de Mayo (entre 09:00 y 19:00 hrs) y sábado 28 de Mayo (entre 10:00 y 14:00 hrs).
¡Inscríbete junto a tus amigos como VOLUNTARIO(A)!:
Envíanos tus datos (Nombre completo, Rut, teléfono y mail) a:
concepcion@mariaayuda.cl o puedes llamar al (41) 223 7556.
Enlaces de Contacto e Información
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https://www.facebook.com/events/831323626995245/
martes, 26 de abril de 2016
viernes, 22 de abril de 2016
Nuestros simbolos:La bandera y las 12 leyes del Pionero
La Bandera
Santuario Rojo: El santuario presente en la bandera representa al santuario de schoenstatt nuestro hogar donde nosotros nos cobijamos,somos transformados por la Mater en hombres nuevos y enviados a la misión
Corona: La corona representa a Maria Nuestra reina que hace despertar en nosotros sus caballeros toda nuestra nobleza,grandeza y heroísmo
Circulo Blanco: Representa el mundo nuevo al que queremos abrir camino un mundo lleno de paz,pureza,alegría,libertad,justicia y verdad
Anillo amarillo:Representa la unión que existe entre los Pioneros y la unión entre este mundo y el cielo que es el fondo azul
Fondo azul:El cielo
Las cuatro flechas negras: Son negras por que representan el heroísmo,los congregantes y las cuatro dimensiones en las que debe desarrollarse un pionero
Hacia arriba Dios (Oración)
Hacia la izquierda los demás (Comunidad)
Hacia la derecha el trabajo (Apostolado) y resp
Hacia abajo uno mismo (Reciedumbre)
además se forma una Cruz-Espada que nos recuerda nuestra promesa
además se forma una Cruz-Espada que nos recuerda nuestra promesa
Leyes del Pionero
jueves, 21 de abril de 2016
Conociendo al Padre Kentenich
José Kentenich: Una vida para la Iglesia.
• Breve biografía del fundador de la Obra Internacional de Schoenstatt.
La vida del P. Kentenich, estuvo marcada por la experiencia de la cruz. Durante la persecusión nacionalsocialista, permaneció por más de tres años prisionero en el campo de concentración de Dachau. Desde 1951 hasta 1965 estuvo separado de su Obra por disposición de la Iglesia. Él tomó como evidente esta forma de seguir a Cristo. Todo, también la cruz, fue para él expresión del amor misericordioso y paternal de nuestro Dios. Incansablemente ensenó y manifestó este amor, llegando a ser él mismo, padre para muchas personas. Después de finalizado el Concilio Vaticano II, el Santo Padre Paulo VI lo recibió en audiencia y le manifestó su reconocimiento, tanto a él como a su Obra. El padre quedaba rehabilitado y nuevamente se ponía al servicio de Schoenstatt y de la Iglesia. El domingo 15 de septiembre de 1968, fiesta de los Siete Dolores de la Santísima Virgen, inmediatamente después de haber celebrado la eucaristía, José Kentenich falleció víctima de un paro cardíaco, exactamente en el lugar donde se encuentra hoy su tumba. Como epitafio se puso en el lugar „Dilexit Ecclesiam“: „Amó a la Iglesia“. El proceso de canonización del P. Kentenich se abrió en 1975. Miles de peregrinos visitan anualmente la capilla de su tumba, en la Iglesia dedicada a la Santísima Trinidad en el Monte Schoenstatt. Hasta allí llegan confiados trayendo sus peticiones o su gratitud por el favor concedido. El Papa Juan Pablo II ha dicho de él: „Durante mi reciente visita a Alemania, mencioné expresamente el nombre del Padre José Kentenich, en agradecimiento por su legado espiritual a toda la Iglesia. Él es sin duda una de las grandes figuras sacerdotales de la historia contemporánea...“.
Para Profundizar
Dicen que la historia de un hombre es la historia de su amor. Con el P. José Kentenich podemos hablar de su amor a María, de su amor a la Familia de Schoenstatt, de su amor a la Iglesia. El rasgo más característico del padre Kentenich es su profundo amor a María. Toda su vida y su obra es un testimonio vivo de la Santísima Virgen. Ella es el gran misterio de su persona, de su historia, el alma de su alma. Sin Ella no se comprende su vida. Ella es su Madre y Educadora, su fuerza, su misión y su bandera. El P. Kentenich se sabía elegido muy especialmente por la Virgen. Estuvo consagrado a Ella de por vida. Un acontecimiento decisivo de su historia personal fue una consagración a la Santísima Virgen en su infancia. Cuando él aún no tenía nueve años de edad, su madre, imposibilitada de atender bien a la educación de su hijo, lo lleva a un internado.Ante una estatua de Nuestra Senora de Pompeya, el 12 de abril de 1894, lo consagra al cuidado maternal de María. Refiriéndose a sí mismo en forma implícita, contó años más tarde: „Hace varios años en la capilla de un orfanato, vi una estatua de la Santísima Virgen María con una cadena de oro y una cruz al cuello. Cadena y cruz eran recuerdos de primera comunión de una madre que a consecuencia de difíciles circunstancias familiares, se vio obligada a dejar a su único hijo en ese orfanato. Ella misma ya no podía ser mamá para él. Qué puede hacer en la angustia de su corazón y en su preocupación? Va, toma el único recuerdo valioso de su infancia, su recuerdo de la Primera Comunión, y lo pone en el cuello de la Virgen suplicando con insistencia: Educa tú a mi hijo! Sé para él plenamente Madre!...“.
Esta consagración marcó definitivamente su vida. Ella encierra germinalmente toda la espiritualidad de Schoenstatt, es decir, anticipa la Alianza de Amor del 18 de octubre de 1914, a la que se remonta y de la que nace toda su obra. Desde que Schoenstatt nació, mi más importante propósito fue conservarla en íntima vinculación con María. De ahí que años más tarde a menudo anunciaba cursos sobre distintos temas, pero al final no me decidía a dictarlos, porque desde lejos creía descubrir pequenas nubes que indicaban el peligro de que Schoenstatt, si bien no perdiera, al menos debilitara su raíz y tierra madre: el amor a María. Así ha de entenderse la palabra: Servus Mariae Numquam Peribit (un Siervo de María nunca perece)“
Los años de juventud del padre estuvieron marcados por una extraordinaria lejanía de lo terrenal y lo mundano. „Todo mi ser tendía a lo sobrenatural.No fue de extranar entonces que todas mis luchas juveniles, que comenzaron matemáticamente con mi ingreso al noviciado y que nunca antes había tenido, fuesen de índole netamente espiritual. Si tuviera que resumir, diría: precisamente debido a la separación de mi espíritu y alma de lo terreno y lo humano, es que toda mi persona fue sacudida y atormentada por un escepticismo total, un idealismo exagerado, un individualismo corrosivo y un sobrenaturalismo unilateral. En otras palabras, como lo vive el hombre moderno, pude experimentar en abundancia su angustia espiritual. Es la angustia de una mentalidad mecanicista que separa la idea de la vida (idealismo) el yo del tú (individualismo) y lo sobrenatural del orden natural (sobrenaturalismo). En esos años, mi alma se mantuvo de alguna manera en equilibrio, gracias a un amor personal y profundo a María“. María lo preparó así para su misión en la época actual. El Padre Kentenich pudo experimentar en su propia vida el drama del hombre de hoy, pero también pudo experimentar a María como el ejemplo del hombre nuevo en Cristo. „
Las luchas terminaron cuando fui ordenado sacerdote y pude proyectar, formar y modelar en otros, el mundo que llevaba en mi interior. El constante especular encontró un saneamiento en la vida cotidiana.“ Esta tarea de anunciar a María y su misión se concretó esencialmente en el „misterio de Schoenstatt“, es decir, en la presencia y fecundidad de María desde los Santuarios de Schoenstatt en virtud de la Alianza de Amor. El padre se encargó de conducir a la Virgen a todos los que Dios le confiaba. „Si el buen Dios ha bendecido mi actividad entre ustedes, entonces pueden considerar al menos eso como un regalo de María. Considero toda mi labor sacerdotal como obra e instrumento de su mano: me siento dependiente de Ella, como su obra e instrumento...“. La unidad y solidaridad del P. Kentenich con la obra por él fundada, es otra de las claves centrales para comprender su vida y la historia de Schoenstatt.
El 20 de enero de 1942, estando en la prisión de la Gestapo, el padre renuncia a legítimos recursos para salvarse del campo de concentración. Ofrece voluntariamente su libertad exterior por la santidad y fecundidad de Schoenstatt. Se pone así la indisoluble unidad y solidaridad de destinos entre fundador y obra. La entrega generosa y sacrificada del corazón paternal de José Kentenich, convirtió a Schoenstatt en una gran familia. Paternidad fue siempre para él servicio abnegado y desinteresado a la vida de los demás, a cada uno según su manera de ser. Con profundo respeto leía en el corazón de quienes le fueron confiados y concibió su tarea de educar como colaboración con la conducción de Dios. Esta unidad inseparable entre Kentenich y Schoenstatt creció más y más. Despertó una corriente de seguimiento filial y de fidelidad solidaria con el padre José y su misión para la Iglesia y el mundo actual, en los distintos países donde brotó la semilla de Schoenstatt. Fue probada esta unidad cuando el padre fue separado de su obra por decreto del Santo Oficio, exilio que se prolongó por 14 años en Estados Unidos.
El fundador debía dar prueba de la autenticidad de su carisma renovador y de su fidelidad a la Iglesia. Nuevamente la separación exterior se convirtió en unidad más plena, la distancia en solidaridad y las dificultades en camino de santidad. No se entiende la visa y misión del padre si no tenemos en cuenta su programa pedagógico. Siempe se concibió a sí mismo, por sobre todas las cosas, como un educador. Su actividad como sacerdote y director espiritual, como fundador y organizador, como profeta e intérprete del tiempo, todo eso se resume para él en una gran misión de vida: educar al hombre nuevo y la comunidad nueva para el mundo del manana. „Cuál es el programa? Bajo la protección de María, queremos aprender a educarnos a nosotros mismos como personalidades sólidas, libres y sacerdotales (apostólicas). Noten ustedes, se trata de un programa de autoeducación hacia el ideal del hombre verdadera e interiormente libre...“ La medida de la misión determina la medida de la cruz. Ciertamente por esta razón la vida de José Kentenich está signada por la cruz. Debilidad de salud,sobreexigencia de trabajo, duras pruebas de todo tipo; la incomprensión de personas muy cercanas, la persecución, el campo de concentración, sospechas y calumnias en la misma Iglesia, un doloroso exilio que por decreto del Santo Oficio (hoy Congregación para la Fe) lo separa de la gran obra de su vida. Su camino es un largo via crucis, lleno de renuncia, dolor y sacrificio. Una constante que se repite en los grandes santos y fundadores, a lo largo de toda la historia de la Iglesia. „Las obras de un hombre se revelan al final de su vida. No proclames feliz a nadie antes que llegue su fin, porque sólo al final se conoce bien a un hombre.“ (Eclesiástico 11, 27-28).
(Extraido del manual del encargado pagina 108 a 111)
• Breve biografía del fundador de la Obra Internacional de Schoenstatt.
El P. Kentenich nació el 18 de noviembre de 1885 en Gymnich, cerca de la ciudad de Colonia,
en Alemania.
Desde muy joven se sintió llamado al sacerdocio. En la Virgen María vio representado el ideal
del hombre en su relación con Dios. Su gran misión de vida fue ayudar a formar la nueva
personalidad mariana. Como fundador de Schoenstatt quiso promover un movimiento de
educación y de educadores bajo el objetivo de crear „un hombre nuevo y una comunidad
nueva“ .
El P. José Kentenich trabajó primero como profesor y después como Director Espiritual en el
Seminario Menor de los Padres Pallottinos en Schoenstatt, un pequeno poblado cercano a
Coblenza. El padre logró una buena relación de confianza con los estudiantes, quienes
asumieron su gran amor a María, entendiéndola como el gran puente hacia Dios que es.
A sus jóvenes estudiantes les propone un lema de trabajo: „Bajo la protección de María
queremos autoeducarnos como personalidades libres, fuertes y apostólicas“. Juntos, ellos con
el padre, emprendían una hermosa tarea de educación.
El 18 de octubre de 1914 acontece un hito importante en la historia de Schoenstatt. Atento a los
signos de los tiempos y de Dios, José Kentenich y su grupo de estudiantes sellaron una Alianza
de Amor con la Santísima Virgen María, en la capillita de Schoenstatt, nuestro Santuario. Este
acto fue el inicio y llegó a ser el fundamento permanente de toda la Obra de Schoenstatt, hoy
extendida por todo el mundo.
En los años posteriores fueron muchos los que se acercaron y se incorporaron a esta obra de
Dios. El P. Kentenich fundó diferentes comunidades de vida sacerdotal, de familias, grupos de
hombres, mujeres y jóvenes.
Poco a poco Schoenstatt se fue convirtiendo en el inicio de un movimiento de renovación
religioso-moral y la capillita en un verdadero Santuario de peregrinación, donde innumerables
personas experimentan a María como Madre y Educadora, recibiendo las gracias de
cobijamiento, transformación y envío apostólico.
La vida del P. Kentenich, estuvo marcada por la experiencia de la cruz. Durante la persecusión nacionalsocialista, permaneció por más de tres años prisionero en el campo de concentración de Dachau. Desde 1951 hasta 1965 estuvo separado de su Obra por disposición de la Iglesia. Él tomó como evidente esta forma de seguir a Cristo. Todo, también la cruz, fue para él expresión del amor misericordioso y paternal de nuestro Dios. Incansablemente ensenó y manifestó este amor, llegando a ser él mismo, padre para muchas personas. Después de finalizado el Concilio Vaticano II, el Santo Padre Paulo VI lo recibió en audiencia y le manifestó su reconocimiento, tanto a él como a su Obra. El padre quedaba rehabilitado y nuevamente se ponía al servicio de Schoenstatt y de la Iglesia. El domingo 15 de septiembre de 1968, fiesta de los Siete Dolores de la Santísima Virgen, inmediatamente después de haber celebrado la eucaristía, José Kentenich falleció víctima de un paro cardíaco, exactamente en el lugar donde se encuentra hoy su tumba. Como epitafio se puso en el lugar „Dilexit Ecclesiam“: „Amó a la Iglesia“. El proceso de canonización del P. Kentenich se abrió en 1975. Miles de peregrinos visitan anualmente la capilla de su tumba, en la Iglesia dedicada a la Santísima Trinidad en el Monte Schoenstatt. Hasta allí llegan confiados trayendo sus peticiones o su gratitud por el favor concedido. El Papa Juan Pablo II ha dicho de él: „Durante mi reciente visita a Alemania, mencioné expresamente el nombre del Padre José Kentenich, en agradecimiento por su legado espiritual a toda la Iglesia. Él es sin duda una de las grandes figuras sacerdotales de la historia contemporánea...“.
Para Profundizar
Dicen que la historia de un hombre es la historia de su amor. Con el P. José Kentenich podemos hablar de su amor a María, de su amor a la Familia de Schoenstatt, de su amor a la Iglesia. El rasgo más característico del padre Kentenich es su profundo amor a María. Toda su vida y su obra es un testimonio vivo de la Santísima Virgen. Ella es el gran misterio de su persona, de su historia, el alma de su alma. Sin Ella no se comprende su vida. Ella es su Madre y Educadora, su fuerza, su misión y su bandera. El P. Kentenich se sabía elegido muy especialmente por la Virgen. Estuvo consagrado a Ella de por vida. Un acontecimiento decisivo de su historia personal fue una consagración a la Santísima Virgen en su infancia. Cuando él aún no tenía nueve años de edad, su madre, imposibilitada de atender bien a la educación de su hijo, lo lleva a un internado.Ante una estatua de Nuestra Senora de Pompeya, el 12 de abril de 1894, lo consagra al cuidado maternal de María. Refiriéndose a sí mismo en forma implícita, contó años más tarde: „Hace varios años en la capilla de un orfanato, vi una estatua de la Santísima Virgen María con una cadena de oro y una cruz al cuello. Cadena y cruz eran recuerdos de primera comunión de una madre que a consecuencia de difíciles circunstancias familiares, se vio obligada a dejar a su único hijo en ese orfanato. Ella misma ya no podía ser mamá para él. Qué puede hacer en la angustia de su corazón y en su preocupación? Va, toma el único recuerdo valioso de su infancia, su recuerdo de la Primera Comunión, y lo pone en el cuello de la Virgen suplicando con insistencia: Educa tú a mi hijo! Sé para él plenamente Madre!...“.
Esta consagración marcó definitivamente su vida. Ella encierra germinalmente toda la espiritualidad de Schoenstatt, es decir, anticipa la Alianza de Amor del 18 de octubre de 1914, a la que se remonta y de la que nace toda su obra. Desde que Schoenstatt nació, mi más importante propósito fue conservarla en íntima vinculación con María. De ahí que años más tarde a menudo anunciaba cursos sobre distintos temas, pero al final no me decidía a dictarlos, porque desde lejos creía descubrir pequenas nubes que indicaban el peligro de que Schoenstatt, si bien no perdiera, al menos debilitara su raíz y tierra madre: el amor a María. Así ha de entenderse la palabra: Servus Mariae Numquam Peribit (un Siervo de María nunca perece)“
Servus Mariae Nuncuam Peribit |
Los años de juventud del padre estuvieron marcados por una extraordinaria lejanía de lo terrenal y lo mundano. „Todo mi ser tendía a lo sobrenatural.No fue de extranar entonces que todas mis luchas juveniles, que comenzaron matemáticamente con mi ingreso al noviciado y que nunca antes había tenido, fuesen de índole netamente espiritual. Si tuviera que resumir, diría: precisamente debido a la separación de mi espíritu y alma de lo terreno y lo humano, es que toda mi persona fue sacudida y atormentada por un escepticismo total, un idealismo exagerado, un individualismo corrosivo y un sobrenaturalismo unilateral. En otras palabras, como lo vive el hombre moderno, pude experimentar en abundancia su angustia espiritual. Es la angustia de una mentalidad mecanicista que separa la idea de la vida (idealismo) el yo del tú (individualismo) y lo sobrenatural del orden natural (sobrenaturalismo). En esos años, mi alma se mantuvo de alguna manera en equilibrio, gracias a un amor personal y profundo a María“. María lo preparó así para su misión en la época actual. El Padre Kentenich pudo experimentar en su propia vida el drama del hombre de hoy, pero también pudo experimentar a María como el ejemplo del hombre nuevo en Cristo. „
Las luchas terminaron cuando fui ordenado sacerdote y pude proyectar, formar y modelar en otros, el mundo que llevaba en mi interior. El constante especular encontró un saneamiento en la vida cotidiana.“ Esta tarea de anunciar a María y su misión se concretó esencialmente en el „misterio de Schoenstatt“, es decir, en la presencia y fecundidad de María desde los Santuarios de Schoenstatt en virtud de la Alianza de Amor. El padre se encargó de conducir a la Virgen a todos los que Dios le confiaba. „Si el buen Dios ha bendecido mi actividad entre ustedes, entonces pueden considerar al menos eso como un regalo de María. Considero toda mi labor sacerdotal como obra e instrumento de su mano: me siento dependiente de Ella, como su obra e instrumento...“. La unidad y solidaridad del P. Kentenich con la obra por él fundada, es otra de las claves centrales para comprender su vida y la historia de Schoenstatt.
El 20 de enero de 1942, estando en la prisión de la Gestapo, el padre renuncia a legítimos recursos para salvarse del campo de concentración. Ofrece voluntariamente su libertad exterior por la santidad y fecundidad de Schoenstatt. Se pone así la indisoluble unidad y solidaridad de destinos entre fundador y obra. La entrega generosa y sacrificada del corazón paternal de José Kentenich, convirtió a Schoenstatt en una gran familia. Paternidad fue siempre para él servicio abnegado y desinteresado a la vida de los demás, a cada uno según su manera de ser. Con profundo respeto leía en el corazón de quienes le fueron confiados y concibió su tarea de educar como colaboración con la conducción de Dios. Esta unidad inseparable entre Kentenich y Schoenstatt creció más y más. Despertó una corriente de seguimiento filial y de fidelidad solidaria con el padre José y su misión para la Iglesia y el mundo actual, en los distintos países donde brotó la semilla de Schoenstatt. Fue probada esta unidad cuando el padre fue separado de su obra por decreto del Santo Oficio, exilio que se prolongó por 14 años en Estados Unidos.
El fundador debía dar prueba de la autenticidad de su carisma renovador y de su fidelidad a la Iglesia. Nuevamente la separación exterior se convirtió en unidad más plena, la distancia en solidaridad y las dificultades en camino de santidad. No se entiende la visa y misión del padre si no tenemos en cuenta su programa pedagógico. Siempe se concibió a sí mismo, por sobre todas las cosas, como un educador. Su actividad como sacerdote y director espiritual, como fundador y organizador, como profeta e intérprete del tiempo, todo eso se resume para él en una gran misión de vida: educar al hombre nuevo y la comunidad nueva para el mundo del manana. „Cuál es el programa? Bajo la protección de María, queremos aprender a educarnos a nosotros mismos como personalidades sólidas, libres y sacerdotales (apostólicas). Noten ustedes, se trata de un programa de autoeducación hacia el ideal del hombre verdadera e interiormente libre...“ La medida de la misión determina la medida de la cruz. Ciertamente por esta razón la vida de José Kentenich está signada por la cruz. Debilidad de salud,sobreexigencia de trabajo, duras pruebas de todo tipo; la incomprensión de personas muy cercanas, la persecución, el campo de concentración, sospechas y calumnias en la misma Iglesia, un doloroso exilio que por decreto del Santo Oficio (hoy Congregación para la Fe) lo separa de la gran obra de su vida. Su camino es un largo via crucis, lleno de renuncia, dolor y sacrificio. Una constante que se repite en los grandes santos y fundadores, a lo largo de toda la historia de la Iglesia. „Las obras de un hombre se revelan al final de su vida. No proclames feliz a nadie antes que llegue su fin, porque sólo al final se conoce bien a un hombre.“ (Eclesiástico 11, 27-28).
(Extraido del manual del encargado pagina 108 a 111)
domingo, 28 de febrero de 2016
Capital de gracias
El Capital de Gracias es un gran regalo que Dios nos da para contribuir con su obra es nuestro NADA SIN NOSOTROS de nuestra Alianza de Amor es nuestro aporte a la corriente de vida del santuario que podría asimilarse resumidamente a lo siguiente
Es como si la Mater en su Santuario tuviera un gran cofre lleno de Monedas de Oro en el cual cada moneda de oro son las cosas que todos ofrecemos como aporte al
Capital De Gracias cuando le ofrecemos estas monedas a la Mater ella las
multiplica y las guarda en este cofre para después repartirlo entre nosotros cada vez que las necesitamos
Estas monedas podemos dárselas a la Mater con una intención de por medio o simplemente por hacerle un regalo y no es que tan grande sean las cosas que hagamos sino con cuanto amor las hagamos como por ejemplo
"Mater tu sabes que me cuesta levantarme a la primera pero te ofrezco como CDG el hacerlo de la mejor manera hoy"
+Nada sin ti, Nada sin nosotros!+
jueves, 21 de enero de 2016
Los Congregantes: Jose Engling
Congregantes
Conociendo a Jose Engling
7. José Engling, nuestro hermano mayor
. ¿Cómo era José?
• José era alto y robusto, pero como había tenido un principio de poliomelitis cuando niño, era un poco encorvado y se movía torpemente. Además tenía algunas dificultades para hablar (blanco para las tallas).
• Era de carácter bonachón aunque a menudo perdía la paciencia y se enojaba en serio. Tenía una voluntad de hierro y era perseverante como ninguno: cuando se convencía de algo daba todo por realizarlo, y siempre en forma muy práctica. Era muy noble y un fiel amigo
.
¿Cómo llegó José a Schoenstatt?
Schoenstatt quedaba a mucha distancia de su ciudad., pero en su parroquia recibían un diario de los misioneros Pallottinos, que se llamaba “Estrella del África”. De ahí se entusiasmo con la idea de ser sacerdote misionero. Para ello tenía que estudiar e ir a un seminario, por eso partió al seminario menor de los Pallottinos en Schoenstatt cuando tenía 14 años.
¿Qué pasó con José Engling cuándo llegó a la escuela en Schoenstatt?
En un comienzo no tuvo muy buena llegada en el curso: sus compañeros lo veían como un campesino algo bruto, que modulaba pésimo, y además era lento para captar las cosas. Se reían de él y le hacían tallas porque era tan grande y torpe (P. ej: Cuando hacían la limpieza lo molestaban escondiéndole la escoba u otras gracias para hacerlo rabiar. El las aguantaba con paciencia hasta que reaccionaba bruscamente. Un día cuando trabajaban en el jardín unos ociosos empezaron a tirarle bolitas de barro. El se daba vuelta pero no los pillaba, hasta que al fin se dio vueltas y le largo una bola al cabecilla en la cara) Fue un año duro para José, pero con el tiempo se superó al punto de ser el 1 del curso. Sus compañeros aprendieron a quererlo porque siempre ayudaba, no era ambicioso ni se mandaba las partes. Su perseverancia fue reconocida y valorada por todos.
¿Cuándo conoció José Engling al P. Kentenich?
Precisamente cuando llegó a Schoenstatt, el P. Kentenich era el director espiritual en el colegio. Con él se podían confesar, y también les daba una clase de religión a la semana. Era el padre que se había ganado la confianza y la simpatía de todos porque era diferente: no los molestaba con medidas disciplinarias; era exigente pero daba libertad. Siempre podía uno conversar con él. En sus clases todos participaban y hablaba de temas interesantes. Esta forma de ser cautivó a José. Uno de los temas que lo apasionó fue el de educar el carácter por sí mismo y saber que en cada uno hay dentro un animalito (lo que tira pa‘ abajo) y un angelito (lo noble y positivo)
¿Qué fue lo que entusiasmó a José Engling en Schoenstatt?
José no estuvo el 18-10-14 en Schoenstatt, llegó dos semanas después de sus vacaciones. Algo escuchó después y lo que más le impresionó fue lo de “contribuciones al Cap. de Gracias de la Madre de Dios”, que entendió fácilmente dado su espíritu práctico. A su vez, el padre Kentenich comienza a hablar en sus instrucciones sobre la necesidad de santos que requiere el mundo para superar los problemas de la guerra que había comenzado (batalla entre el bien y el mal); esto es, “el santo oportuno”: el hombre de heroico amor a Dios y que pasa la prueba de fuego en las pequeñas cosas de la vida diaria. Es el que hace en forma extraordinaria lo ordinario (fidelidad cumplida en cosas pequeñas). Con esta motivación decide en esa época: “quiero ser santo”. Este ideal debería alcanzarlo mediante las contribuciones al Cap. de Gracias de María en el Santuario ( Ideal del santo de la vida diaria).
El plan de lucha
Estando en un retiro (dic. 1915) José elabora un plan práctico para alcanzar la santidad, el cual constaba de cuatro frases básicas:
Quiero ser santo Dios mío, haz que muera antes que te ofenda con un pecado venial Quiero ser todo para todos y enteramente entregado a la Madre de Dios. Quiero ser concienzudo hasta en lo más pequeño (la fidelidad en lo pequeño es la señal del santo de la vida diaria).
Para que estas frases no se quedaran sólo en buenas intenciones, se hizo un examen de conciencia y cada mes tenía un propósito que controlaba por escrito. Cada noche meditaba acerca de sus propósitos. Luego decide comenzar a escribir un diario de vida para anotar cómo se iba desarrollando su plan de lucha. José era práctico, realista y consecuente.
La Primavera del Mes de María (Mayo en Europa)
En el esfuerzo por realizar el plan de lucha no fue tan brillante: a veces bien y a veces muy mal. Se da cuenta de que sólo, a fuerza de voluntad, no puede realizarlo. De pronto se acuerda de su consagración a María y se convence de que sólo con su ayuda podrá realizar su ideal. Comienza a leer todos los días algo sobre María para conocerla más. De ese modo va queriendo más a la Mater, le reza muy seguido y se da cuenta que el amor a ella unido a su poder mueve montañas. En el mes de Mayo (primavera, mes de María) se le ocurre una idea genial: imitando a la naturaleza, quiere hacer de su corazón como un jardín en manos de María; tomó un papel grande y escribió “Flores de Mayo” (del jardín de mi corazón, puesto a los pies de la Reina de Mayo):
“Madre, sea a ti consagrado el jardín de mi corazón. Para ti lo voy a plantar y a cuidar: La rosa del amor y de la consideración (Quisiera tb. que esa rosa se te asemeje. ¡Oh, Madre!, así como la rosa es la reina de las flores, así tb. sé tú reina de mi corazón. Para ti, reina mía, sean mis sacrificios gratuitos, puestos a tu entera disposición, y en especial: actos de ofrecimiento a ti conversaciones sobre ti; salutaciones a tu cuadro; visita a la capilla de la congregación; Rosario; comunión; jaculatorias; etc...) El “No me olvides” (fidelidad) La violeta (humildad) La flor de la pasión
José Engling y el santuario
José fue el primero en comprender la misión del santuario, tal como la había expuesto el P. Kentenich el 18-10-14: ser un lugar donde la Mater se establecería y repartiría abundantes gracias para inducir una renovación de la Iglesia y del mundo. Todos debían aportar a ese capital de gracias. El siempre iba al santuario a saludar a María. Este fue transformándose en el centro de su vida espiritual. La propia historia de su alma se había ligado íntimamente al santuario: su hogar espiritual. Va ahí hasta 7 veces al día y ofrece todo su esfuerzo por la santidad para que se realice la misión del santuario
Su santo y seña
A medida que iba realizando su plan y se entregaba a María con todo su corazón, fue descubriendo el sentido de su vida, su misión personal, que el llamó su santo y seña: “Ser todo para todos y estar enteramente entregado a la madre de Dios”. Esa entrega y servicio eran su felicidad. Este ideal personal debería realizarlo en toda circunstancia de su vida, de ello dependería su santidad.
El comienzo de la guerra: en el cuartel
La 1ª guerra mundial comenzó en 1914. Al final de 1916 José y 17 compañeros son también llamados al frente de batalla. Ya no estaría cerca del santuario ni del padre Kentenich y, sin embargo nada podía dispensarlo de cumplir su ideal de santidad: ahora el medio sería muchísimo más adverso y sería el momento de la gran prueba. La vida militar es un verdadero martirio para José. No tiene la facilidad para el manejo de las armas, es más bien torpe. El ambiente rudo e inhumano contrastaba con la personalidad de José; muchas veces debió aguantar burlas e injusticias. Una vez quedó sin licencia por no saber saludar correctamente. Pero José no se desanimaba. En esa situación se le planteó la pregunta: “¿Debo hacer mis oraciones de la noche de rodillas ante mi cama, y la señal de la cruz antes de las comidas?” A pesar de las burlas, decide hacerlo por la Mater como prueba de valentía. José tuvo que hacer un largo período de instrucción y no lo dejaban ir al frente por su mala vista. Pasó por varios cuarteles donde debió soportar duras pruebas. Al final todo le era monótono y debió luchar duramente contra la sequedad, indiferencia y flojera (RELAJAMIENTO),
sus propósitos andaban mal. Pero supo hallar una salida al ir ofreciendo todo a María para agradarla. Sus compañeros de la congregación no andaban mejor. José se esforzó por no perder el contacto con ellos y los animaba por carta a mantener la bandera de los ideales en alto.
En el frente oriental: Rusia (Junio 1917)
Su regimiento fue destinado al frente oriental: Rusia. Ahí comenzó un tiempo de trabajo duro y hambre; costaba mantener la vida espiritual. Lo único que ayudaba a José era su horario espiritual y sus cartas al P. Kentenich. A pesar del intenso cansancio, José se esforzó por escribir a los demás congregantes dispersados en el frente de batalla (la organización exterior) Con su grupo se propuso llevar por escrito el horario espiritual aunque estuvieran en las trincheras y además ahorrar dinero (cigarrillos) para ayudar a financiar la revista M.T.A. Todos le escribían a J.E. para darle cuenta de cómo les había ido con los propósitos. Al llegar el invierno todo se hizo más duro. Los soldados se preocupaban sólo cada uno de sí mismo ( a J.E. le robaban las frazadas, su ropa, etc...), pero J.E. no dejaba de cumplir fielmente con su horario y hacer vida su ideal: Todo para todos.
El traslado al frente occidental:
frontera con Francia (1918) Durante el traslado al nuevo frente, los soldados se aburrían y mataban el tiempo jugando cartas. José también participa del juego, pero de tal manera que se envicia y llega a olvidar sus deberes espirituales. Le costó su tiempo superar el vicio por el juego. Luego se arrepintió profundamente y le escribió a su padre espiritual pidiéndole una penitencia. También decidió hacer primero lo esencial, luego lo necesario y por último lo agradable. Se propuso no jugar durante un mes, pero no resistió la tentación y jugó (en castigo se privó de comer [había muy poco alimento])
En el frente occidental
La vida comienza a hacerse durísima debido al frío, la nieve, el hambre, el cansancio, las malas noticias del frente, desersiones, etc... J.E. había sido destinado a un comando de avanzada, pero el peligro de muerte no lo asustaba. A un amigo le confesaba que con gusto recibiría la muerte de las manos de la Madre de Dios. En medio del peligro él y su grupo preparaban un pequeño retiro (en los días de Carnaval). Allí anotaba en su cuaderno: mantener la lucha por la santidad, ser un apóstol guardián para los congregantes; no mentir jamás y santificar el día domingo. La continua comunicación con el padre espiritual sobre su examen de conciencia. Los ideales de la Congregación, sobre todo el paralelo Ingolstadt-Sch. debía tenerlos siempre presente así como el control del orgullo en su propósito particular.
finalmente incluyó las meditaciones en su horario espiritual. “Quiero ser santo a través de mi director espiritual” Los ejercicios espirituales le sirvieron de muralla en torno suyo para no dejarse influenciar por el medio. Entre sus preocupaciones seguía presente la vida espiritual de la congregación, de que todos se mantuvieran fieles. Les escribe animándolos y proponiéndoles el uso del horario espiritual para hacer frente a las situaciones adversas. LA HISTORIA DE LA CONGREGACIÓN FUE UNA RÉPLICA DE SU PROPIA ALMA.
En los campos de batalla de Flandes
A José lo asignaron, como voluntario, a un lugar muy peligroso. A pesar del peligro, a todas partes iba con su diario espiritual:
• Hacía diariamente su examen de conciencia
• Escribía regularmente a su padre espiritual contándole de su vida interior. La guerra se ponía cada vez más cruenta y José se esforzaba por vivir ahí su ideal de ser todo para todos:
• En los momentos de peligro se ponía en el lugar de alguien más cansado o de más edad: “CAMARADA, QUÉDATE, YO IRÉ EN TU LUGAR”.
• Ayudaba a llevar a los heridos
• Desenterraba a los que habían quedado cubiertos por las explosiones
Todos estos sacrificios los ofrecía a María: quería ser un santo bajo la protección de la Sma. Virgen y ponerse a su servicio. Todo lo que le acontecía, cansancio, hambre, ataques sorpresivos del enemigo, marchas llenas de peligros, trabajos pesados, todo debía ser transformado en contribuciones al Capital de Gracias.
El ofrecimiento de su vida a la MTA
En medio de las trincheras buscaba la paz interior en la oración, hablando con María. Allí cuando le ofreció su vida a la Sma. Virgen, si ello pudiera servirla en algo: “QUERIDA M.T.A, AQUÍ ME TIENES NUEVAMENTE COMO OFRENDA. A TI TE OFREZCO TODO LO QUE SOY Y POSEO, MI CUERPO, MI ALMA CON TODA SU CAPACIDAD, TODO MI HABER Y MIS BIENES, MI LIBERTAD Y MI VOLUNTAD. SOY TUYO, HAZ DE MÍ LO QUE QUIERAS. SI ES TU VOLUNTAD, DÉJAME SER UN OFRECIMIENTO POR EL TRABAJO QUE HAS IMPUESTO A NUESTRA CONGREGACIÓN. LLENO DE HUMILDAD, TU INDIGNO SIERVO, JOSÉ ENGLING” Cuanto más cobijado en María, más sereno, seguro y con más valor se sentía. Cobijado en María le perdía el miedo a la muerte.
Con permiso en Schoenstatt
Toda la compañía de José tuvo un permiso por tres semanas. José va a su casa y luego pasa cinco días en Schoenstatt. Ahí pudo orar con tranquilidad y conversar detenidamente con el P.K. contándole todo lo que le había ocurrido y conversándo sobre cómo habría de seguir el desarrollo de su vida interior. El encuentro con María en el Santuario lo conmovió profundamente (su recuerdo siempre lo había confortado y cobijado) De regreso en el frente se encontró con un panorama desolador: la moral baja, críticas y desaliento. Se propuso entonces no quejarse. También se propuso con su grupo conquistar nuevos miembros para Schoenstatt. A pesar de sus esfuerzos por motivar la vida de grupo, algunos lo abandonaron, e icluso más tarde ya todos dejaron de escribir ( desilusión). En ese momento J.E. estaba completamente solo, pero permanecía fiel a sus ideales.
Al final de su vida: una palpable cercanía de Dios
En el último tiempo de su vida se sintió como nunca más cerca de Dios. Le hablaba constantemente y hablaba del hábito de andar en la presencia de Dios. Esto le daba seguridad y sentía que Dios lo acompañaba y lo veía en cada momento. Eran días de terror, muerte y desesperación por todas partes y a pesar del cobijamiento en Dios la vida no le era fácil y debía esforzarse por superar sus debilidades. Así escribe: “Madre, ayúdame para que pueda continuar. Ayúdame a sobrepasar el terror” En su última carta al padre espiritual José le decía que se había sobrepuesto a sus debilidades y se sentía en paz.
La muerte (04-10-1918)
Desde septiembre la fuerza defensiva alemana comenzaba a flaquear. En la noche del 3 de Octubre se ordenó la marcha al frente cercano a Cambrai (norte de Francia). La Compañía ya no tenía fuerzas y marchaba pesadamente en silencio. José se dedicaba a levantar los ánimos de los demás. Al día siguiente, hambrientos y cansados se tendieron en el suelo a unos metros de un cementerio. No habían comido porque la cocina se había retrasado. En la tarde del 4 de Octubre llaman a José para avisarle que había sido designado para formar parte del comando de vanguardia y que debía partir inmediatamente. Por si no volvía se despidió de sus compañeros con el presentimiento de que así sería.
Conociendo a Jose Engling
7. José Engling, nuestro hermano mayor
. ¿Cómo era José?
• José era alto y robusto, pero como había tenido un principio de poliomelitis cuando niño, era un poco encorvado y se movía torpemente. Además tenía algunas dificultades para hablar (blanco para las tallas).
• Era de carácter bonachón aunque a menudo perdía la paciencia y se enojaba en serio. Tenía una voluntad de hierro y era perseverante como ninguno: cuando se convencía de algo daba todo por realizarlo, y siempre en forma muy práctica. Era muy noble y un fiel amigo
.
¿Cómo llegó José a Schoenstatt?
Schoenstatt quedaba a mucha distancia de su ciudad., pero en su parroquia recibían un diario de los misioneros Pallottinos, que se llamaba “Estrella del África”. De ahí se entusiasmo con la idea de ser sacerdote misionero. Para ello tenía que estudiar e ir a un seminario, por eso partió al seminario menor de los Pallottinos en Schoenstatt cuando tenía 14 años.
¿Qué pasó con José Engling cuándo llegó a la escuela en Schoenstatt?
En un comienzo no tuvo muy buena llegada en el curso: sus compañeros lo veían como un campesino algo bruto, que modulaba pésimo, y además era lento para captar las cosas. Se reían de él y le hacían tallas porque era tan grande y torpe (P. ej: Cuando hacían la limpieza lo molestaban escondiéndole la escoba u otras gracias para hacerlo rabiar. El las aguantaba con paciencia hasta que reaccionaba bruscamente. Un día cuando trabajaban en el jardín unos ociosos empezaron a tirarle bolitas de barro. El se daba vuelta pero no los pillaba, hasta que al fin se dio vueltas y le largo una bola al cabecilla en la cara) Fue un año duro para José, pero con el tiempo se superó al punto de ser el 1 del curso. Sus compañeros aprendieron a quererlo porque siempre ayudaba, no era ambicioso ni se mandaba las partes. Su perseverancia fue reconocida y valorada por todos.
¿Cuándo conoció José Engling al P. Kentenich?
Precisamente cuando llegó a Schoenstatt, el P. Kentenich era el director espiritual en el colegio. Con él se podían confesar, y también les daba una clase de religión a la semana. Era el padre que se había ganado la confianza y la simpatía de todos porque era diferente: no los molestaba con medidas disciplinarias; era exigente pero daba libertad. Siempre podía uno conversar con él. En sus clases todos participaban y hablaba de temas interesantes. Esta forma de ser cautivó a José. Uno de los temas que lo apasionó fue el de educar el carácter por sí mismo y saber que en cada uno hay dentro un animalito (lo que tira pa‘ abajo) y un angelito (lo noble y positivo)
¿Qué fue lo que entusiasmó a José Engling en Schoenstatt?
José no estuvo el 18-10-14 en Schoenstatt, llegó dos semanas después de sus vacaciones. Algo escuchó después y lo que más le impresionó fue lo de “contribuciones al Cap. de Gracias de la Madre de Dios”, que entendió fácilmente dado su espíritu práctico. A su vez, el padre Kentenich comienza a hablar en sus instrucciones sobre la necesidad de santos que requiere el mundo para superar los problemas de la guerra que había comenzado (batalla entre el bien y el mal); esto es, “el santo oportuno”: el hombre de heroico amor a Dios y que pasa la prueba de fuego en las pequeñas cosas de la vida diaria. Es el que hace en forma extraordinaria lo ordinario (fidelidad cumplida en cosas pequeñas). Con esta motivación decide en esa época: “quiero ser santo”. Este ideal debería alcanzarlo mediante las contribuciones al Cap. de Gracias de María en el Santuario ( Ideal del santo de la vida diaria).
El plan de lucha
Estando en un retiro (dic. 1915) José elabora un plan práctico para alcanzar la santidad, el cual constaba de cuatro frases básicas:
Quiero ser santo Dios mío, haz que muera antes que te ofenda con un pecado venial Quiero ser todo para todos y enteramente entregado a la Madre de Dios. Quiero ser concienzudo hasta en lo más pequeño (la fidelidad en lo pequeño es la señal del santo de la vida diaria).
Para que estas frases no se quedaran sólo en buenas intenciones, se hizo un examen de conciencia y cada mes tenía un propósito que controlaba por escrito. Cada noche meditaba acerca de sus propósitos. Luego decide comenzar a escribir un diario de vida para anotar cómo se iba desarrollando su plan de lucha. José era práctico, realista y consecuente.
La Primavera del Mes de María (Mayo en Europa)
En el esfuerzo por realizar el plan de lucha no fue tan brillante: a veces bien y a veces muy mal. Se da cuenta de que sólo, a fuerza de voluntad, no puede realizarlo. De pronto se acuerda de su consagración a María y se convence de que sólo con su ayuda podrá realizar su ideal. Comienza a leer todos los días algo sobre María para conocerla más. De ese modo va queriendo más a la Mater, le reza muy seguido y se da cuenta que el amor a ella unido a su poder mueve montañas. En el mes de Mayo (primavera, mes de María) se le ocurre una idea genial: imitando a la naturaleza, quiere hacer de su corazón como un jardín en manos de María; tomó un papel grande y escribió “Flores de Mayo” (del jardín de mi corazón, puesto a los pies de la Reina de Mayo):
“Madre, sea a ti consagrado el jardín de mi corazón. Para ti lo voy a plantar y a cuidar: La rosa del amor y de la consideración (Quisiera tb. que esa rosa se te asemeje. ¡Oh, Madre!, así como la rosa es la reina de las flores, así tb. sé tú reina de mi corazón. Para ti, reina mía, sean mis sacrificios gratuitos, puestos a tu entera disposición, y en especial: actos de ofrecimiento a ti conversaciones sobre ti; salutaciones a tu cuadro; visita a la capilla de la congregación; Rosario; comunión; jaculatorias; etc...) El “No me olvides” (fidelidad) La violeta (humildad) La flor de la pasión
José Engling y el santuario
José fue el primero en comprender la misión del santuario, tal como la había expuesto el P. Kentenich el 18-10-14: ser un lugar donde la Mater se establecería y repartiría abundantes gracias para inducir una renovación de la Iglesia y del mundo. Todos debían aportar a ese capital de gracias. El siempre iba al santuario a saludar a María. Este fue transformándose en el centro de su vida espiritual. La propia historia de su alma se había ligado íntimamente al santuario: su hogar espiritual. Va ahí hasta 7 veces al día y ofrece todo su esfuerzo por la santidad para que se realice la misión del santuario
Su santo y seña
A medida que iba realizando su plan y se entregaba a María con todo su corazón, fue descubriendo el sentido de su vida, su misión personal, que el llamó su santo y seña: “Ser todo para todos y estar enteramente entregado a la madre de Dios”. Esa entrega y servicio eran su felicidad. Este ideal personal debería realizarlo en toda circunstancia de su vida, de ello dependería su santidad.
El comienzo de la guerra: en el cuartel
La 1ª guerra mundial comenzó en 1914. Al final de 1916 José y 17 compañeros son también llamados al frente de batalla. Ya no estaría cerca del santuario ni del padre Kentenich y, sin embargo nada podía dispensarlo de cumplir su ideal de santidad: ahora el medio sería muchísimo más adverso y sería el momento de la gran prueba. La vida militar es un verdadero martirio para José. No tiene la facilidad para el manejo de las armas, es más bien torpe. El ambiente rudo e inhumano contrastaba con la personalidad de José; muchas veces debió aguantar burlas e injusticias. Una vez quedó sin licencia por no saber saludar correctamente. Pero José no se desanimaba. En esa situación se le planteó la pregunta: “¿Debo hacer mis oraciones de la noche de rodillas ante mi cama, y la señal de la cruz antes de las comidas?” A pesar de las burlas, decide hacerlo por la Mater como prueba de valentía. José tuvo que hacer un largo período de instrucción y no lo dejaban ir al frente por su mala vista. Pasó por varios cuarteles donde debió soportar duras pruebas. Al final todo le era monótono y debió luchar duramente contra la sequedad, indiferencia y flojera (RELAJAMIENTO),
sus propósitos andaban mal. Pero supo hallar una salida al ir ofreciendo todo a María para agradarla. Sus compañeros de la congregación no andaban mejor. José se esforzó por no perder el contacto con ellos y los animaba por carta a mantener la bandera de los ideales en alto.
En el frente oriental: Rusia (Junio 1917)
Su regimiento fue destinado al frente oriental: Rusia. Ahí comenzó un tiempo de trabajo duro y hambre; costaba mantener la vida espiritual. Lo único que ayudaba a José era su horario espiritual y sus cartas al P. Kentenich. A pesar del intenso cansancio, José se esforzó por escribir a los demás congregantes dispersados en el frente de batalla (la organización exterior) Con su grupo se propuso llevar por escrito el horario espiritual aunque estuvieran en las trincheras y además ahorrar dinero (cigarrillos) para ayudar a financiar la revista M.T.A. Todos le escribían a J.E. para darle cuenta de cómo les había ido con los propósitos. Al llegar el invierno todo se hizo más duro. Los soldados se preocupaban sólo cada uno de sí mismo ( a J.E. le robaban las frazadas, su ropa, etc...), pero J.E. no dejaba de cumplir fielmente con su horario y hacer vida su ideal: Todo para todos.
El traslado al frente occidental:
frontera con Francia (1918) Durante el traslado al nuevo frente, los soldados se aburrían y mataban el tiempo jugando cartas. José también participa del juego, pero de tal manera que se envicia y llega a olvidar sus deberes espirituales. Le costó su tiempo superar el vicio por el juego. Luego se arrepintió profundamente y le escribió a su padre espiritual pidiéndole una penitencia. También decidió hacer primero lo esencial, luego lo necesario y por último lo agradable. Se propuso no jugar durante un mes, pero no resistió la tentación y jugó (en castigo se privó de comer [había muy poco alimento])
En el frente occidental
La vida comienza a hacerse durísima debido al frío, la nieve, el hambre, el cansancio, las malas noticias del frente, desersiones, etc... J.E. había sido destinado a un comando de avanzada, pero el peligro de muerte no lo asustaba. A un amigo le confesaba que con gusto recibiría la muerte de las manos de la Madre de Dios. En medio del peligro él y su grupo preparaban un pequeño retiro (en los días de Carnaval). Allí anotaba en su cuaderno: mantener la lucha por la santidad, ser un apóstol guardián para los congregantes; no mentir jamás y santificar el día domingo. La continua comunicación con el padre espiritual sobre su examen de conciencia. Los ideales de la Congregación, sobre todo el paralelo Ingolstadt-Sch. debía tenerlos siempre presente así como el control del orgullo en su propósito particular.
finalmente incluyó las meditaciones en su horario espiritual. “Quiero ser santo a través de mi director espiritual” Los ejercicios espirituales le sirvieron de muralla en torno suyo para no dejarse influenciar por el medio. Entre sus preocupaciones seguía presente la vida espiritual de la congregación, de que todos se mantuvieran fieles. Les escribe animándolos y proponiéndoles el uso del horario espiritual para hacer frente a las situaciones adversas. LA HISTORIA DE LA CONGREGACIÓN FUE UNA RÉPLICA DE SU PROPIA ALMA.
En los campos de batalla de Flandes
A José lo asignaron, como voluntario, a un lugar muy peligroso. A pesar del peligro, a todas partes iba con su diario espiritual:
• Hacía diariamente su examen de conciencia
• Escribía regularmente a su padre espiritual contándole de su vida interior. La guerra se ponía cada vez más cruenta y José se esforzaba por vivir ahí su ideal de ser todo para todos:
• En los momentos de peligro se ponía en el lugar de alguien más cansado o de más edad: “CAMARADA, QUÉDATE, YO IRÉ EN TU LUGAR”.
• Ayudaba a llevar a los heridos
• Desenterraba a los que habían quedado cubiertos por las explosiones
Todos estos sacrificios los ofrecía a María: quería ser un santo bajo la protección de la Sma. Virgen y ponerse a su servicio. Todo lo que le acontecía, cansancio, hambre, ataques sorpresivos del enemigo, marchas llenas de peligros, trabajos pesados, todo debía ser transformado en contribuciones al Capital de Gracias.
El ofrecimiento de su vida a la MTA
En medio de las trincheras buscaba la paz interior en la oración, hablando con María. Allí cuando le ofreció su vida a la Sma. Virgen, si ello pudiera servirla en algo: “QUERIDA M.T.A, AQUÍ ME TIENES NUEVAMENTE COMO OFRENDA. A TI TE OFREZCO TODO LO QUE SOY Y POSEO, MI CUERPO, MI ALMA CON TODA SU CAPACIDAD, TODO MI HABER Y MIS BIENES, MI LIBERTAD Y MI VOLUNTAD. SOY TUYO, HAZ DE MÍ LO QUE QUIERAS. SI ES TU VOLUNTAD, DÉJAME SER UN OFRECIMIENTO POR EL TRABAJO QUE HAS IMPUESTO A NUESTRA CONGREGACIÓN. LLENO DE HUMILDAD, TU INDIGNO SIERVO, JOSÉ ENGLING” Cuanto más cobijado en María, más sereno, seguro y con más valor se sentía. Cobijado en María le perdía el miedo a la muerte.
Con permiso en Schoenstatt
Toda la compañía de José tuvo un permiso por tres semanas. José va a su casa y luego pasa cinco días en Schoenstatt. Ahí pudo orar con tranquilidad y conversar detenidamente con el P.K. contándole todo lo que le había ocurrido y conversándo sobre cómo habría de seguir el desarrollo de su vida interior. El encuentro con María en el Santuario lo conmovió profundamente (su recuerdo siempre lo había confortado y cobijado) De regreso en el frente se encontró con un panorama desolador: la moral baja, críticas y desaliento. Se propuso entonces no quejarse. También se propuso con su grupo conquistar nuevos miembros para Schoenstatt. A pesar de sus esfuerzos por motivar la vida de grupo, algunos lo abandonaron, e icluso más tarde ya todos dejaron de escribir ( desilusión). En ese momento J.E. estaba completamente solo, pero permanecía fiel a sus ideales.
Al final de su vida: una palpable cercanía de Dios
En el último tiempo de su vida se sintió como nunca más cerca de Dios. Le hablaba constantemente y hablaba del hábito de andar en la presencia de Dios. Esto le daba seguridad y sentía que Dios lo acompañaba y lo veía en cada momento. Eran días de terror, muerte y desesperación por todas partes y a pesar del cobijamiento en Dios la vida no le era fácil y debía esforzarse por superar sus debilidades. Así escribe: “Madre, ayúdame para que pueda continuar. Ayúdame a sobrepasar el terror” En su última carta al padre espiritual José le decía que se había sobrepuesto a sus debilidades y se sentía en paz.
La muerte (04-10-1918)
Desde septiembre la fuerza defensiva alemana comenzaba a flaquear. En la noche del 3 de Octubre se ordenó la marcha al frente cercano a Cambrai (norte de Francia). La Compañía ya no tenía fuerzas y marchaba pesadamente en silencio. José se dedicaba a levantar los ánimos de los demás. Al día siguiente, hambrientos y cansados se tendieron en el suelo a unos metros de un cementerio. No habían comido porque la cocina se había retrasado. En la tarde del 4 de Octubre llaman a José para avisarle que había sido designado para formar parte del comando de vanguardia y que debía partir inmediatamente. Por si no volvía se despidió de sus compañeros con el presentimiento de que así sería.
miércoles, 20 de enero de 2016
Segundo Hito de Schoenstatt 20 de Enero 'En la confianza divina'
Hoy hace algunos años se realizaba el segundo hito de Schoenstatt estando en el contexto de la Segunda Guerra Mundial la familia de Schoenstatt ya estaba consolidándose el Padre Kentenich inculcando los valores del Hombre nuevo y LIBRE representaba una gran amenaza para los Nazis por lo cual el Padre Kentenich fue encarcelado ahora les dejamos mas detalles...
20 de enero de 1942
El 20 de enero fue el día clave en que, en la práctica, se decidía la partida del Padre Kentenich al campo de concentración. Esta fecha y todo lo que, a partir de ella, se desencadenó para el Padre Kentenich y la Familia de Schoenstatt , marca profundamente su historia.
En septiembre de 1939, estalla en Europa la Segunda Guerra Mundial.El mundo se encuentra ante una nueva contienda de dimensiones catastróficas. Es una época de grandes dificultades para la Familia de Schoenstatt.
En abril de 1939, la Gestapo requisa la Casa de Estudios en Schoenstatt y la usa como escuela para profesores nazis. Ante la amenaza de requisa también del Santuario de Schoenstatt, las Hermanas de María deciden formar una cadena viva en torno al él tomadas de la mano, mientras el Padre Kentenich oraba adentro, ofreciendo así sus vidas si fuera necesario, para defenderlo. Nace dentro de la Familia de Schoenstatt la necesidad de entregarse más profundamente a la voluntad de Dios a través de la Santísima Virgen. La Santísima Virgen es coronada. Se reconoce a María en su soberanía sobre Schoenstatt. Es Ella la que tiene que tomar el cetro y guiar la barca de la Familia en medio de la nueva crisis mundial. El 14 de septiembre de 1941, la GESTAPO va a buscar a Schoenstatt al Padre Kentenich con la intención de aprehenderlo. Al día siguiente el Padre comenzaba un curso de retiro para sacerdotes. El Padre consigue demorar su prisión hasta concluir el que sería su último retiro, cuya plática final es llamada su "canto del cisne". El 20 de septiembre se presenta en el cuartel de la GESTAPO de Coblenza. Allí permanece en un calabozo subterráneo, "Bunker", hasta el 18 de octubre, día en que es trasladado a la cárcel de Coblenza. Durante su estadía en la cárcel logra reunir, a través de dos guardias, todos los elementos necesarios para celebrar diariamente la Eucaristía. Unos días antes de Navidad una Hna. de María, escribe una cartita al Niño Jesús pidiéndole la libertad del Fundador y Padre espiritual de la Obra. La carta llega a manos del Padre, y él, en nombre del Niño Jesús la responde: "Mi querida y pequeña Mariengard, cumpliré: tu deseo, cuando tu corazón y el de toda la Familia se transforme en un (*) "Jardín de María." Con esta respuesta el Padre expresa que su liberación será obra de la gracia Divina, pero Dios la hará depender de la vida y esfuerzo de los miembros de la Familia. El Padre comprende que lo que Dios le pedía, no era su vida, sino la renuncia a su Obra, lo que llamo el sacrificio de Abraham, es decir estar dispuesto como el patriarca a sacrificar a su propio hijo, a sacrificar la Obra.
La Familia de Schoenstatt rezaba y ofrecía todos los sacrificios para evitar el traslado del Padre a algún campo de concentración. El 16 de enero le hacen una revisación médica muy superficial y es declarado apto. Al enterarse la Familia busca todos los caminos para evitarlo. Consiguen contactos con el médico de la cárcel, quien se manifiesta dispuesto a hacerle una nueva revisación y a declararlo no apto. Pero, quien debía solicitar esa nueva instancia era el prisionero. Así llega el 19 de enero y el Padre Kentenich tiene en sus manos el formulario. Solo tiene que firmarlo. El plazo máximo para entregarlo era el 20 de enero a las 17 hs.. La lucha del Padre Kentenich aquel día, fue una lucha por la verdadera libertad, "la búsqueda de la voluntad de Dios." Dirá años más tardes: "Así llego el 20 de enero. Había luchado conmigo mismo durante toda la noche para descubrir cual era la voluntad de Dios. Ahora tenía claridad. No firmaré la solicitud, si yo tengo que elegir, que decidir, entonces para mi la muerte y las cadenas, pero para la Familia ha de ser la libertad." Así renuncia, voluntariamente y por amor a los suyos a las posibilidades de liberación. Cree firmemente que ésta es la voluntad de Dios: ofrecer su libertad exterior para conquistar la libertad interior de los hijos de Schoenstatt. Con este paso, llama a la Familia a profundizar la Alianza de Amor en el sentido de la Inscriptio, es decir, del amor a la cruz. También este paso debía convencer definitivamente a la Familia que la Santísima Virgen era la dueña de la Obra, que Ella no la iba a abandonar.
(Extraido de Schoenstatt.org nota de P. Rafael Fernandez)
Para Mas Información y reflexiones les dejamos los siguientes enlaces:
miércoles, 9 de diciembre de 2015
Año de la Misericordia
El Papa Francisco abre La Puerta Santa para dar inicio al año de la Misericordia
Indulgencias Plenarias en el Año de la Misericordia
En la puerta que veas el siguiente símbolo significa que en esa parroquia,capilla, etc puedes obtener una indulgencia plenaria por el Año de la Misericordia (Aunque igual siempre es bueno preguntarle al Sacerdote :D)...
La Puerta Santa en Conce
Esta se abrirá en la Catedral de Concepción el proximo Domingo 13 de Diciembre a las 19:00 hrs
Arzobispado de Concepcion
Indulgencias Plenarias en Montahue
“Igualmente dispongo que se pueda ganar la indulgencia en los santuarios donde se abra la Puerta de la Misericordia y en las iglesias que tradicionalmente se identifican como Jubilares.
Gran alegría nos da el saber que en nuestro Santuario de Schoenstatt Montahue también podremos obtener una indulgencia plenaria con las mismas condiciones de siempre (Si no sabes como se consigue una indulgencia plenaria te invitamos a revisar nuestros enlaces publicados anteriormente) asi que los invitamos a peregrinar al Santuario...
martes, 8 de diciembre de 2015
Rosario de la Misericordia
Rosario de la Misericordia
El Señor le dedico 14 revelaciones: Por el rezo de este Rosario,me complace dar todo lo que me pidan. Quien lo rece,alcanzara gran Misericordia en la hora de su Muerte.
Cuando los pecadores recen este Rosario, llenare sus Almas de tranquilidad y sera feliz la hora de su muerte.No les afectara el temor,Mi Misericordia les amparara en esta ultima Lucha.
Di un PADRE NUESTRO,AVE MARÍA Y CREDO y luego con u rosario reza 5 decenas. Cada decena comienza la diciendo:
PADRE ETERNO
YO TE OFREZCO EL CUERPO Y LA SANGRE
EL ALMA Y LA DIVINIDAD DE TU AMADISIMO HIJO,
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO,
COMO PROPICIACIÓN POR NUESTROS PECADOS
Y LOS DEL MUNDO ENTERO
Sigue repitiendo en cada decena(después de cada avemaria):
POR SU DOLOROSA PASIÓN
TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS
Y DEL MUNDO ENTERO
Al final repite tres veces:
SANTO DIOS, SANTO FUERTE, SANTO INMORTAL,
TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS
Y DEL MUNDO ENTERO
Por ultimo,es bueno decir una SALVE
REINA Y MADRE DE MISERICORDIA:
¡VUELVE A NOSOTROS
ESOS TUS OJOS MISERICORDIOSOS
Y MUÉSTRANOS A JESÚS
FRUTO BENDITO DE TU VIENTRE!
La Hora de la Misericordia
Jesús llamo La Hora de la Misericordia a las 3 de la tarde,por ser la hora de su muerte,Diciendo a la Beata Faustia Kowalska A las 3 de la tarde implora mi Misericordia especialmente para los pecadores y,aunque sea por un momento,contempla mi Pasión; sobre todo el abandono en el momento de mi agonía. Esta es la hora de la gran Misericordia para todo el mundo.En esta hora no negare nada al alma que lo pida en recuerdo de mi Pasión.
ORA CADA DIA A LAS 3 DE LA TARDE
Por ejemplo:
¡Oh,Corazón Misericordioso de Jesús!
En recuerdo de las virtudes y méritos de tu Pasión, y del desamparo de tu Agonía y Muerte a las 3 de la tarde, me uno a Ti y te ofrezco mi vida pidiéndote el perdón de mis pecados y los del mundo entero.Amen
El Origen de Esta Devoción
Nuestro Señor se apareció a Santa Faustina Kowalska, religiosa de las Hnas de la Madre de Dios de la Misericordia Divina, en Polonia, confiándole la difusión de la devoción a su Misericordia
Palabras de Jesús a Santa Faustina
El alma que confie en mi misericordia no perecerá, ya que todos sus asuntos son míos. Quien se acerque a Mi con confianza recibe mi gracia con tal sobreabundancia,que no la puede contener y la irradia sobre los otros
Cuando los pecadores se arrepienten, mi misericordia no tiene limites. Cuanto mayor es su pecado y pobreza, tanto mayor es su derecho a mi Misericordia
Ningún pecado aunque sea un abismo de corrupción, agotara mi misericordia
Por los pecadores baje a la tierra y derrame toda mi sangre
Yo no puedo castigar al que confía en mi Misericordia. Castigo cuando se me obliga. Pero antes de venir como Juez el Día de la Justicia, Yo abro las puertas de mi Amor y concedo el tiempo de la misericordia
Ahora es el Tiempo de la Misericordia si la imploramos, la tenemos con el prójimo y recibimos el Sacramento de la Penitencia, El nos tratara con infinita misericordia, si no,le obligamos a que nos trate según su Justicia, en el momento de terminar nuestra vida terrena
Promesas a los que propaguen esta devoción
Protegeré durante toda su vida a las personas que trabajen en divulgar mi misericordia
Condiciones para alcanzar estas promesas
Confianza: Cuanto mas confía el alma,tanto mas alcanza
La misericordia divina es infinita, pero la podemos limitar con nuestra falta de confianza en Dios o nuestra falta de misericordia con el prójimo
Misericordia con el prójimo: Si un alma no practica la misericordia de alguna manera,tampoco la alcanzara en el Día del Juicio
Cuadro de Jesús Misericordioso
Jesús dijo a Sor Faustina: Dibuja un cuadro según me estas viendo, con la invocación JESÚS CONFIO EN TI. Quiero que se venere en el mundo entero.
Los rayos que salen de mi Corazón simbolizan la Sangre y el Agua que brotaron el día de mi Sacrificio en la Cruz. El pálido significa el Agua, que purifica las almas.El rojo la sangre que les da Vida. Jesús promete la salvación eterna y grandes progresos en la santidad a los que den culto con este Cuadro.
Fiesta de La Misericordia
Debe celebrarse el Domingo siguiente a la Pascua de Resurrección.Ese día, los Sacerdotes deberán predicar a las almas mi infinita Misericordia.
En ese día estarán abiertas todas las fuentes de mi misericordia.Deseo que esta Festividad sea un refugio para las almas, sobre todo para los pecadores.
El alma que acuda a la Confesión y reciba la Sagrada Comunión, obtendrá la remisión total de sus culpas y del castigo... Que el alma no tema acercarse a Mi, aunque sus pecados sean como la grana. Jesús quiere que la Fiesta de la Misericordia vaya precedida de una novena, que puede hacerse con el Rosario de la Misericordia...
Algo entretenido para ir adquiriendo la practica...
Con Cristo su Hijo...nos bendiga la Virgen Maria....
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